El sismo de Oaxaca desplazó a México .45 metros: NASA
Por medio de imágenes satelitales la NASA comprobó que el país se desplazó a causa del sismo
México.- Aunque nuestra intuición nos pueda sugerir lo contrario, el planeta está muy lejos de ser estático. Un temblor tienen consencuencias más allá del breve tiempo que dura. Eso quedó demostrado con el reciente sismo en Oaxaca, pues la NASA ha hecho público que gracias a ese movimiento telúrico México se desplazó .45 metros.
Según lo publicó la agencia espacial en Twitter, este descubrimiento se hizo por medio del Programa de Desastres de Ciencias Aplicadas de la Tierra de la NASA. Usaron imágenes del satélite japonés JAXA ALOS-2 y compararon imágenes del 31 de marzo con imágenes del 23 de junio, día en que ocurrió el sismo que tuvo una magnitud de 7.4 grados. Tras verificar las discrepacias entre ambas imágenes satelitales se llegó a la conclusión de que el país se desplazó.
Fenómenos como este, donde un sismo deja secuelas notables en un país o un continente, son comunes cuando se alcanza una fuerte magnitud. Un caso célebre ocurrió con el terremoto de magnitud 8.8 ocurrido en Chile en 2010. En aquella ocasión, producto de la enorme cantidad de energía liberada, los días se hicieron más cortos en 1,26 microsegundos y, además, la inclinación de la Tierra se vio modificada en 7 centímetros.
Durante un temblor se reposicionan las placas tectónicas sobre la corteza terrestre y este movimiento tiene consencuencias en el corto y en el largo plazo. Con el tiempo, los continentes se juntan y se separan con la suma de todos estos movimientos; en el muy corto plazo vemos que el país se movido casi medio metro tras un sismo.
Nuestro Programa de Desastres está estudiando los efectos del reciente sismo de magnitud 7,4 cerca de Oaxaca, México. Este mapa de desplazamiento de superficie, que usa datos de @JAXA_en, muestra un desplazamiento de casi 0,45 metros cerca del epicentro https://t.co/iYBLeq02XS pic.twitter.com/3KIgQebMMD
— NASA en español (@NASA_es) July 2, 2020
Paradójicamente, aunque estas consecuencias del temblor exigen cantidades de energía monumentales, nosotros somos incapaces de percibir en la vida cotidiana si el país se movió medio metro o si otro terremoto modificó hace años la duranción del día. Lo que sin duda notamos son los daños materiales en la superficie, como lo son los edificios que se vuelven inhabitables. Y, sobre todas las demás cosas, no hay secuela más grave que la perdida de vidas humanas, como ocurrió en el sismo del 23 de junio donde fallecieron diez personas.
Con Información de Agencia