Prisión domiciliaria para jubilado que mató a ladrón que entró a su casa
Argentina.- La madrugada del 17 de julio, Jorge Adolfo Ríos dormía en su casa cuando tres hombres ingresaron a robar. Lo golpearon severamente y amenazaron con torturarlo con un destornillador si no les decía dónde tenía dinero. Afuera de la casa esperaban otros dos cómplices en un auto Fiat. En un descuido de los asaltantes, Ríos sacó una pistola 9 milímetros y disparó. Uno de los asaltantes murió en la calle. Ahora el jubilado de 70 años es acusado de homicidio agravado.
El caso ha sido materia de indignación en redes sociales y medios de Argentina. Esa madrugada, Ríos fue trasladado a la comisaría donde los cargos cambiaron tres veces: primero se dijo que se trataba de legítima defensa, más tarde el fiscal corrigió y acusó al adulto mayor de cometer un abuso de la legítima defensa y al final, ya sin ambages, lo acusaron de homicidio agravado por arma de fuego.
Jorge Ríos es retratado por los medios argentinos como un jubilado solitario. Con cinco hijos mayores, quedó viudo en 2013; su esposa murió de cáncer. Vive solo, sufre taquicardia, no tiene un riñón y padece EPOC. Sobrevivió a un infarto, ve mal, ni siquiera conduce.
No es el perfil de un posible fugitivo, pero aun así la policía se rehusaba a llevarlo al médico por los graves golpes que le hicieron los asaltantes. Y cuando lo trasladaron, lo llevaron esposado. De regreso a la comisaría, lo quería mantener en prisión preventiva, lo que causó la indignación de las redes pues Ríos es parte de la población en riesgo por coronavirus.
“No lo mató un ladrón, pero lo va a matar la Justicia o el Covid, porque en el hospital lo movieron de una cama a otra por un paciente con coronavirus” denunció su hijo Federico de 35 años en una entrevista con El Clarín.
La policía argentina alega que Ríos trascendió la legítima defensa, mientras que el abogado defensor esgrime que un hombre en sus condiciones difícilmente podría abusar.
“No lee, usa anteojos con mucho aumento y no maneja porque se desorienta. Sin embargo, el fiscal dice que le apuntó al ladrón y le disparó con precisión milimétrica”, dijo el abogado Marino Cid en una entrevista con Infobae.
Hasta donde se ha reconstruido el caso con la ayuda de las cámaras de vigilancia circundantes, la madrugada del viernes entraron tres hombres al domicilio de Ríos. Afuera los esperaba el Fiat. Tras golpearlo, Ríos consiguió sacar su pistola y disparó. Todos huyeron pero uno de los asaltantes fue alcanzado en la pierna por un tiro.
El asaltante, identificado como Franco Moreyra, se alejó del domicilio y se sentó en la banqueta. Ahí habría sido alcanzado por Ríos, con quien forcejeó. Al final, el señor disparó una vez más en el pecho del asaltante, quien murió sobre la banqueta. La policía alegaría que Moreyra estaba indefenso cuando recibió el segundo impacto. El abogado de Ríos opina distinto:
“En el video se ve un Fiat blanco de capot negro que lo cruza Jorge cuando estaba con el ladrón en el piso. Cuando vuelven para rescatar al ladrón y matarlo a Jorge, justo pasa otro auto que se les interpone y evita sus planes. Llega la policía y se dan a la fuga. No lo mataron a Ríos de casualidad, ni adentro ni en la calle. ¿En qué estado de indefensión estaba el ladrón si contaba con el apoyo de la banda completa?”, dijo en entrevista.
Ríos seguirá su proceso en prisión domiciliaria. Aun si es declarado inocente, el asalto inconcluso ya ha descalabrado su vida: sus hijos han anunciado que venderán la casa y buscarán mudar al señor; temen por él, pues conocidos del asaltante habrían amenazado a la familia Ríos en redes sociales.
“Esto es el mundo al revés: la gente buena está adentro de la cárcel y los delincuentes afuera”, declaró su hija, Gabriela Ríos, al Clarín.