Un robot halló “restos materiales” en la zona de búsqueda del sumergible Titan
«Un campo de restos» aún sin identificar cerca del Titanic fueron hallados este jueves por los equipos que buscan desesperadamente al sumergible turístico desparecido el domingo en el Atlántico Norte con cinco personas a bordo informó la Guardia Costera estadounidense.
«Los expertos del mando unificado están evaluando la información», dijo el servicio costero en un tuit.
Los restos fueron hallados en la «zona de búsqueda de un ROV, un vehículo operado remotamente, cerca del Titanic», aunque el servicio de guardacostas no no ofreció por el momento más detalles. A las 19h00 GMT tiene previsto ofrecer una conferencia de prensa en Boston, centro de operaciones de esta operación que involucra a varios países.
La búsqueda, en la que participan barcos, robots y aviones, había entrado este jueves en una fase crítica, pues las 96 horas de oxígeno de emergencia de que disponía el sumergible Titan de la empresa privada OceanGate Expeditions, se habrían agotado a las 11H08 GMT de este jueves.
No obstante, los rescatistas mantienen las esperanzas de encontrar con vida a los pasajeros.
«Seguimos viendo en casos particularmente complejos que la voluntad de vivir de las personas también debe tomarse en cuenta», dijo al programa Today de NBC el contralmirante John Mauger, de la Guardia Costera estadounidense, poco antes del nuevo hallazgo.
«Por lo tanto, continuamos buscando y procediendo con los esfuerzos de rescate», agregó.
El barco nodriza Polar Prince, de la compañía canadiense Horizon Maritime, perdió todo contacto con el sumergible menos de dos horas después de haber iniciado una inmersión que debería haber durado unas siete horas, para visitar los restos del mítico transatlántico Titanic, que yace a casi 4 mil metros de profundidad y a 600 kms de tierra firme, en Terranova.
A bordo viajaban el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman -ambos también con nacionalidad británica-; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la compañía que opera el sumergible, y que cobraba 250 mil dólares por turista.
Detectan sonidos bajo el agua
La detección de ruidos bajo el agua en la zona de búsqueda en los últimos días reavivó la esperanza de encontrar al sumergible y centró la búsqueda de barcos y aviones en una superficie de unos 20 mil km2, casi del tamaño de El Salvador.
La ubicación de la búsqueda «vuelve excepcionalmente difícil la movilización rápida de grandes cantidades de equipamiento», reconoció la víspera el capitán de los guardacostas Jamie Frederick.
En total, una decena de barcos, con ayuda de robots de control remoto (ROV, por sus siglas en inglés) forman parte del dispositivo internacional que participa en la búsqueda del sumergible.
Otro robot de la empresa de cartografía en aguas profundas Magellan, tenía previsto llegar desde Gran Bretaña en la tarde de este jueves para sumarse al peinado de los fondos marinos.
Revelan informe sobre las deficiencias de seguridad
En los últimos días salió a la luz de un informe sobre las posibles deficiencias de seguridad de la nave.
El exdirector de operaciones marinas de OceanGate Expeditions, la empresa fabricante, David Lochridge, despedido por haber cuestionado la seguridad del Titán, mencionó en una demanda judicial el «diseño experimental y no probado» del sumergible.
Según Lochridge, un ojo de buey de la parte delantera del aparato fue concebido para resistir a la presión a mil 300 metros de profundidad, y no a 4 mil metros.
Según el profesor de ingeniería marina en el University College London, Alistair Greig, el Titán habría podido sufrir un problema eléctrico o de comunicaciones, lo que no le habría impedido subir a la superficie, o que el casco estuviera dañado, con lo que las esperanzas de encontrar a los cinco pasajeros con vida se disiparían.
Fallas eléctricas afectan el equipo del submarino
Tom Zaller contó a la AFP su experiencia hace 23 años en una inmersión similar a la del domingo para visitar los restos del naufragio más famoso de la historia.
«A medida que bajas más y más, se vuelve más oscuro», y más «frío», contó. Tras ver el vídeo que grabó de sí mismo en las profundidades marinas, vio que «estaba completamente aterrorizado».
«Estuve en ese sumergible por doce horas con todo marchando de acuerdo al plan», comentó, pero «no me puedo ni imaginar» lo que es estar varios días encerrado en un habitáculo donde no hay espacio para moverse, ni para ir al baño.
Fuente: El Universal