El estrés crónico podría aumentar el riesgo de derrames cerebrales

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Los derrames cerebrales representan una de las principales amenazas para la salud y pueden poner en peligro la vida. Evitarlos implica eliminar ciertos hábitos que incrementan el riesgo, entre ellos, el estrés prolongado.
De acuerdo con especialistas, estar constantemente sometido a situaciones estresantes puede generar inflamación en los vasos sanguíneos, incluidos aquellos que suministran sangre al cerebro y al corazón. Este proceso inflamatorio eleva la posibilidad de sufrir ataques cardíacos, derrames cerebrales y otros problemas de salud.
El impacto del estrés en el sistema cardiovascular
Si bien el estrés por sí solo no es la causa directa de las enfermedades cardiovasculares, diversos estudios han demostrado que contribuye al deterioro de los vasos sanguíneos. La exposición constante a situaciones de alta tensión puede desencadenar procesos inflamatorios que agravan factores de riesgo en personas con afecciones cardíacas preexistentes.
Millones de personas en el mundo enfrentan diariamente situaciones que generan ansiedad, ya sea por motivos económicos, sociales o personales. Sin embargo, pocos toman en cuenta cómo estos estados de estrés afectan su salud.
El sistema nervioso simpático, encargado de la respuesta al estrés, libera hormonas como la adrenalina y el cortisol, que elevan la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Si estos efectos se prolongan en el tiempo, pueden contribuir a la aparición de enfermedades graves.
Cómo reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares
Para minimizar el impacto del estrés en la salud, los especialistas recomiendan adoptar medidas que reduzcan los factores de riesgo asociados a enfermedades cardíacas y cerebrovasculares. Entre las estrategias sugeridas se incluyen:
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Evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco
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Mantener una alimentación equilibrada baja en grasas saturadas
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Practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación o el ejercicio
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Fortalecer relaciones sociales con familiares y amigos
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Buscar apoyo psicológico cuando sea necesario
Controlar el estrés no solo mejora la calidad de vida, sino que también puede reducir el riesgo de padecer enfermedades potencialmente mortales.