El 46% de los hipertensos desconoce su diagnóstico, según la OMS

El 46% de los hipertensos desconoce su diagnóstico, según la OMS

Foto: Pexels

La hipertensión arterial es una de las enfermedades más comunes y peligrosas a nivel mundial, debido a que en la mayoría de los casos no presenta síntomas evidentes. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 46% de los adultos que viven con esta condición desconocen que la padecen.

Este padecimiento se diagnostica cuando la presión arterial alcanza o supera los 140/90 milímetros de mercurio. Aunque muchas personas pueden vivir sin síntomas, cuando la presión se eleva considerablemente, pueden aparecer señales de alerta como dolor de cabeza, visión borrosa, molestias en el pecho, mareos, vómito, ansiedad, confusión, sangrado nasal, zumbidos en los oídos o alteraciones en el ritmo cardíaco.

Ignorar estos signos puede derivar en complicaciones graves como daño renal, derrames cerebrales, insuficiencia cardíaca o incluso la muerte, ya que la presión constante sobre las arterias puede endurecerlas y limitar el flujo de sangre y oxígeno hacia órganos vitales.

Factores de riesgo que elevan la presión

El riesgo de desarrollar hipertensión se incrementa por varios factores: la edad avanzada, antecedentes familiares, sobrepeso, falta de actividad física, dieta rica en sodio y grasas saturadas, consumo excesivo de alcohol y tabaco, así como por factores ambientales como la contaminación.

La OMS advierte que esta condición puede ser desencadenada por malos hábitos alimenticios, como la ausencia de frutas y vegetales, y el abuso de alimentos ultraprocesados. Además, el estrés crónico y el sedentarismo también son factores determinantes.

Medidas preventivas y tratamiento

La hipertensión es una enfermedad prevenible y tratable. La clave está en adoptar un estilo de vida saludable. La OMS recomienda realizar al menos dos horas semanales de actividad aeróbica moderada o una hora con 15 minutos de ejercicio intenso, además de ejercicios de fuerza como el levantamiento de pesas al menos dos veces por semana.

Reducir el consumo de sal a menos de dos gramos diarios, mantener un peso saludable, dejar de fumar, moderar la ingesta de alcohol y acudir periódicamente al médico son prácticas esenciales. En algunos casos, los profesionales de la salud pueden recetar medicamentos para controlar la presión, incluyendo diuréticos y fármacos que relajan los vasos sanguíneos.

Una realidad global alarmante

Se estima que más de 1.200 millones de personas entre los 30 y 79 años en el mundo viven con hipertensión. De ellos, menos del 50% tienen controlada su presión arterial. La OMS calcula que esta enfermedad es responsable de una de cada cinco muertes a nivel mundial y en países como México representa una de las principales causas de mortalidad, solo detrás de la diabetes y las enfermedades cardíacas.

En el caso de los infartos, siete de cada diez personas que fallecen por esta causa padecían hipertensión.

Como parte de sus objetivos sanitarios globales, la OMS ha establecido como meta reducir en un 25% la prevalencia de la hipertensión para este año, mediante la promoción de diagnósticos tempranos, educación en salud y acceso a tratamientos eficaces.

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