Calor extremo en México: ¿qué riesgos representa para la salud?

Foto: Freepik
Las altas temperaturas que se presentan durante el verano, especialmente durante fenómenos como la Canícula, no solo generan incomodidad, sino que también representan un riesgo importante para la salud. En México, diversas regiones enfrentan olas de calor extremo que pueden derivar en complicaciones médicas graves si no se toman las precauciones necesarias.
De acuerdo con la Secretaría de Salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición prolongada al calor puede causar múltiples enfermedades, algunas potencialmente mortales si no se atienden a tiempo. A continuación, te presentamos las principales afecciones provocadas por el calor y las formas más eficaces de prevenirlas:
Golpe de calor: una emergencia médica
Considerada la más peligrosa de las enfermedades relacionadas con el calor, el golpe de calor ocurre cuando el cuerpo pierde su capacidad para regular la temperatura interna, superando los 40 °C. Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los síntomas suelen incluir:
-
Mareos y confusión
-
Fiebre de entre 39 y 41 °C
-
Enrojecimiento de la piel, que se torna seca al dejar de sudar
-
Ritmo cardíaco acelerado
-
Comportamientos anómalos, como quitarse la ropa sin razón aparente
-
Dolor de cabeza severo
-
Convulsiones
Ante cualquier sospecha de golpe de calor, es indispensable acudir de inmediato a servicios médicos, ya que puede ser letal si no se atiende rápidamente.
Deshidratación: pérdida peligrosa de líquidos
La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más agua de la que ingiere, algo muy común durante días de calor extremo. Niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas son los grupos más vulnerables. Entre los principales síntomas se encuentran:
-
Sed intensa
-
Boca seca
-
Fatiga extrema
-
Orina de color oscuro o en poca cantidad
Los especialistas recomiendan beber agua constantemente, incluso si no se tiene sed, y evitar bebidas azucaradas o con cafeína.
Calambres por calor: señales de un cuerpo agotado
Estas contracciones musculares dolorosas suelen afectar a quienes realizan actividad física bajo el sol o trabajan expuestos a altas temperaturas. Se deben a la pérdida de minerales esenciales como sodio y potasio a través del sudor.
Según la Clínica Mayo, se recomienda:
-
Detener la actividad física y descansar en un lugar fresco
-
Rehidratarse con jugos naturales o bebidas con electrolitos
-
Estirar suavemente los músculos afectados
-
Evitar retomar actividades físicas intensas hasta recuperarse por completo
Agotamiento por calor: un aviso que no debe ignorarse
Cuando el cuerpo se expone al calor durante un periodo prolongado, puede presentar agotamiento térmico. Los signos incluyen:
-
Sudoración abundante
-
Piel húmeda y fría al tacto
-
Mareos, náuseas y fatiga
-
Pulso débil y rápido
-
Calambres musculares
Si no se atiende a tiempo, el agotamiento por calor puede evolucionar hacia un golpe de calor. Por ello, es fundamental descansar en un lugar fresco, hidratarse y, si los síntomas persisten, buscar atención médica.
Quemaduras solares: daño acumulativo en la piel
Una de las afecciones más comunes durante el verano es la quemadura solar. Se manifiesta como enrojecimiento, dolor e inflamación de la piel, usualmente después de estar expuesto al sol por tiempo prolongado.
La Clínica Mayo recomienda:
-
Usar protector solar de amplio espectro, con al menos FPS 30
-
Reaplicar cada dos horas o después de sudar o nadar
-
Cubrir la piel con ropa ligera y sombreros de ala ancha
-
Evitar exponerse al sol entre las 11:00 y 16:00 horas
Prevención: la clave para evitar complicaciones
Mantenerse bien hidratado, buscar sombra, usar ropa adecuada y limitar la exposición al sol durante las horas más intensas del día son medidas fundamentales para protegerse durante olas de calor. Ante cualquier síntoma de alerta, es recomendable acudir con un profesional de la salud.
Fuente: UNO TV