¿Por qué los apagones aumentan con las olas de calor?

Foto: Shutterstock
Las olas de calor representan un desafío significativo para los sistemas eléctricos alrededor del mundo, y una consecuencia frecuente de estos eventos extremos son los apagones o cortes de energía. Pero ¿por qué ocurre esto con mayor frecuencia durante periodos de temperaturas muy altas? La respuesta se encuentra en la combinación de factores relacionados con la demanda energética, la capacidad de generación y las condiciones climáticas.
Mayor demanda de energía
Durante una ola de calor, el uso de aparatos de aire acondicionado, ventiladores y sistemas de refrigeración se dispara. Esto genera un aumento considerable en la demanda de electricidad, pues hogares, comercios e industrias buscan mantener ambientes frescos y proteger productos sensibles a la temperatura.
Este incremento en el consumo puede saturar las redes eléctricas, especialmente en zonas urbanas con alta concentración poblacional y donde la infraestructura es limitada o ya está al máximo de su capacidad.
Estrés en la infraestructura eléctrica
Las altas temperaturas también afectan la infraestructura que transmite y distribuye la electricidad. El calor puede provocar que los cables y transformadores se sobrecalienten, reduciendo su eficiencia y aumentando el riesgo de fallas técnicas.
Por ejemplo, los conductores eléctricos se expanden y pierden parte de su capacidad para transportar corriente de forma óptima, lo que puede causar caídas de tensión o incluso daños materiales.
Limitaciones en la generación eléctrica
Además, ciertas fuentes de energía sufren una disminución en su rendimiento durante el calor extremo:
-
Las centrales térmicas, que utilizan agua para enfriar sus sistemas, pueden reducir su producción si el agua disponible está muy caliente o escasa.
-
Las plantas hidroeléctricas pueden ver afectado su caudal por la sequía.
-
Incluso la energía solar puede disminuir su eficiencia cuando los paneles están expuestos a temperaturas muy elevadas.
Esta reducción en la oferta, combinada con la alta demanda, genera un desequilibrio que pone en riesgo la estabilidad del sistema eléctrico.
Medidas preventivas y cortes programados
Para evitar daños mayores, las compañías eléctricas a menudo implementan cortes programados o “apagones rotativos” en áreas específicas para distribuir equitativamente la energía disponible. Estas medidas buscan proteger la infraestructura y evitar apagones masivos.
Además, los operadores monitorean constantemente la red y pueden solicitar a los usuarios reducir el consumo durante las horas pico para mantener la estabilidad.
Las olas de calor generan un aumento en la demanda energética y al mismo tiempo afectan la capacidad de generación y distribución de electricidad. Este doble efecto incrementa la probabilidad de apagones durante estos periodos. Por ello, es fundamental que tanto los usuarios como las autoridades implementen estrategias para reducir el consumo y fortalecer la infraestructura eléctrica, con el fin de minimizar las interrupciones y garantizar un suministro seguro y confiable.