Cómo el consumo excesivo de sal eleva la hipertensión arterial

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El exceso de sal en la dieta es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de hipertensión arterial, una condición que afecta a millones de personas en el mundo y que incrementa la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares graves, como infartos o ictus.
El papel de la sal en el organismo
La sal (cloruro de sodio) es necesaria para mantener el equilibrio de líquidos y la transmisión de impulsos nerviosos. Sin embargo, cuando se consume en cantidades superiores a las recomendadas, el organismo retiene más agua de la necesaria, lo que aumenta el volumen sanguíneo y, en consecuencia, la presión dentro de las arterias.
Cuánto es demasiado
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar los 5 gramos de sal al día (aproximadamente una cucharadita). Sin embargo, en la mayoría de los países, el consumo promedio duplica o incluso triplica esa cifra debido a la presencia de sal oculta en alimentos procesados.
Alimentos que más aportan sal
Más allá del salero, gran parte del exceso proviene de productos industriales, como:
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Embutidos y carnes procesadas.
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Pan y bollería industrial.
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Quesos curados.
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Sopas instantáneas y comidas rápidas.
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Snacks salados y botanas.
Consecuencias del consumo elevado de sal
El consumo habitual por encima de lo recomendado puede provocar:
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Hipertensión arterial persistente.
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Mayor riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular.
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Daño progresivo a los riñones.
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Aumento de la retención de líquidos y riesgo de insuficiencia cardíaca.
Cómo reducir la sal en la dieta
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Leer etiquetas y elegir productos bajos en sodio.
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Sustituir la sal por especias, hierbas aromáticas y limón para dar sabor.
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Evitar añadir sal extra a comidas ya procesadas.
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Cocinar en casa con ingredientes frescos.
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Reducir poco a poco el consumo para acostumbrar el paladar.
El consumo excesivo de sal es un enemigo silencioso de la salud cardiovascular. Adoptar hábitos que reduzcan su ingesta no solo ayuda a controlar la presión arterial, sino que también disminuye el riesgo de complicaciones graves a largo plazo.



