Esclerosis múltiple: una enfermedad con síntomas invisibles

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La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune crónica que afecta al sistema nervioso central, dañando la mielina, la capa protectora de las fibras nerviosas. Aunque no siempre se manifiesta de forma evidente, puede alterar de manera profunda la vida de quienes la padecen.
Síntomas invisibles que complican el diagnóstico
Una de las mayores dificultades de la EM es que muchos de sus síntomas no se perciben desde el exterior, pero tienen un gran impacto en la vida diaria:
- Fatiga intensa, incluso después de descansar.
- Problemas de visión, como visión borrosa o pérdida temporal de la vista.
- Dolor neuropático y sensaciones de ardor u hormigueo en brazos y piernas.
- Dificultades cognitivas, como falta de concentración o problemas de memoria.
- Trastornos emocionales, incluyendo ansiedad y depresión.
Estos síntomas suelen ser poco específicos, lo que puede retrasar el diagnóstico. Generalmente, se requieren resonancias magnéticas, análisis de líquido cefalorraquídeo y estudios neurológicos para confirmar la enfermedad.
Avances en el tratamiento
Aunque la esclerosis múltiple no tiene cura, en los últimos años se han desarrollado terapias que mejoran el pronóstico:
- Terapias modificadoras de la enfermedad (TME): reducen la frecuencia de los brotes y ralentizan la progresión.
- Nuevos fármacos orales e inyectables: más cómodos y con menos efectos secundarios.
- Medicina personalizada: tratamientos adaptados al perfil genético y clínico de cada paciente.
- Rehabilitación integral: fisioterapia, terapia ocupacional y apoyo psicológico para mantener autonomía.
- Investigación en remielinización: un campo prometedor que busca reparar la mielina dañada.
El valor del diagnóstico temprano
Detectar la EM en etapas iniciales permite iniciar el tratamiento de forma oportuna, lo que puede retrasar la aparición de la discapacidad. Además, la concientización social ayuda a reducir estigmas y mejorar la comprensión de los retos que enfrentan los pacientes.
La esclerosis múltiple continúa siendo un reto por sus síntomas variables e impredecibles, pero los avances médicos ofrecen nuevas alternativas que brindan esperanza y mejor calidad de vida a quienes la padecen.



