Errores que debes evitar al comprar un auto usado en México

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Comprar un auto usado puede ser una excelente alternativa para ahorrar dinero, pero también implica ciertos riesgos si no se realiza una revisión adecuada.
Según datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), cerca del 60% de las transacciones de autos usados en México se realizan entre particulares, lo que incrementa la posibilidad de adquirir un vehículo con fallas ocultas o problemas legales.
Antes de cerrar la compra, es fundamental evaluar tanto el estado mecánico como el historial legal y administrativo del vehículo. A continuación, te explicamos los puntos clave que debes revisar para hacer una compra segura y evitar futuros inconvenientes.
1. Verifica la documentación y el historial del vehículo
El primer paso es asegurarte de que el automóvil no tenga problemas legales ni adeudos. Para ello:
- Consulta el REPUVE (Registro Público Vehicular) para confirmar que el auto no tenga reporte de robo.
- Revisa que los números de serie (VIN) en el chasis, motor y documentos coincidan exactamente.
- Solicita el comprobante de verificación vehicular, la tarjeta de circulación y el recibo de pago de tenencias o refrendos actualizados.
- Pide una factura original o carta factura, y si se trata de una refacturación, verifica la cadena de propiedad.
También es recomendable obtener un reporte histórico del vehículo (a través de plataformas como Carfax o AutoDNA, si es un auto importado) para conocer si ha tenido accidentes, kilometraje alterado o siniestros previos.
2. Revisión mecánica completa
Antes de comprar, es aconsejable llevar el vehículo a un mecánico de confianza o taller especializado. Algunos de los aspectos que deben revisarse son:
- Motor: busca fugas de aceite, ruidos extraños o humo excesivo en el escape.
- Transmisión: verifica que los cambios sean suaves, sin tirones ni ruidos.
- Suspensión y frenos: deben responder correctamente sin vibraciones ni ruidos metálicos.
- Sistema eléctrico: comprueba luces, limpiaparabrisas, claxon y tablero.
- Estado de las llantas: el desgaste irregular puede indicar problemas en la alineación o suspensión.
Si el vehículo es más reciente, revisa que no tenga códigos de error en el sistema OBD2, ya que algunos fallos electrónicos pueden ser costosos de reparar.
3. Inspección exterior e interior
Una revisión visual puede revelar señales de reparaciones o siniestros ocultos:
- Observa la pintura y la alineación de las piezas; diferencias en el tono o espacio entre puertas pueden indicar choques previos.
- Revisa el interior: asientos, tapicería, cinturones de seguridad y funcionamiento del aire acondicionado.
- Asegúrate de que el kilometraje coincida con el desgaste real del vehículo; un auto con pocos kilómetros pero interior deteriorado podría haber sido alterado.
4. Prueba de manejo
Nunca compres un auto sin manejarlo antes. Durante la prueba:
- Escucha el ruido del motor en diferentes velocidades.
- Evalúa la respuesta de la dirección y los frenos.
- Comprueba que no existan vibraciones o luces de advertencia encendidas en el tablero.
Una conducción suave, sin jalones ni ruidos extraños, es señal de que el vehículo está en buen estado general.
5. Considera el valor de reventa y mantenimiento
Antes de cerrar el trato, investiga el valor comercial del modelo en la Guía EBC o Kelley Blue Book, y compara precios similares en el mercado. Asimismo, consulta la disponibilidad y costo de refacciones, pues algunos modelos —especialmente importados o descontinuados— pueden tener mantenimientos más caros.
Comprar un auto usado puede ser una excelente inversión si se hace con precaución. Verificar su procedencia, revisar su estado mecánico y comparar precios son pasos esenciales para evitar fraudes o gastos inesperados. Un vehículo bien revisado no solo garantiza seguridad, sino también tranquilidad y mayor valor a largo plazo.



