Cáncer de ovario: ¿por qué suele detectarse en etapas avanzadas?

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El cáncer de ovario es una de las principales causas de muerte por tumores ginecológicos en mujeres a nivel mundial. Una de sus características más preocupantes es que, en la mayoría de los casos, se diagnostica en etapas avanzadas, lo que reduce las probabilidades de éxito en el tratamiento.
Una enfermedad silenciosa
El cáncer de ovario es conocido como un “asesino silencioso” porque sus síntomas iniciales suelen ser vagos y poco específicos, lo que retrasa la sospecha clínica. Muchas mujeres experimentan señales que pueden confundirse con problemas digestivos o molestias comunes, como:
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Distensión abdominal o sensación de llenura rápida.
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Dolor o presión en la pelvis y el abdomen.
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Cambios en los hábitos intestinales o urinarios.
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Cansancio persistente.
Al no ser síntomas exclusivos de la enfermedad, es común que se atribuyan a causas benignas, lo que retrasa la consulta médica.
Ausencia de pruebas de detección temprana efectivas
A diferencia del cáncer de mama o el de cuello uterino, actualmente no existe una prueba de cribado confiable y accesible para detectar el cáncer de ovario en mujeres sin síntomas.
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La ecografía transvaginal y los marcadores tumorales como el CA-125 pueden ayudar, pero no son lo suficientemente específicos ni sensibles para aplicarse como exámenes de rutina en toda la población.
Esto contribuye a que la mayoría de los casos se diagnostiquen cuando la enfermedad ya está avanzada y ha hecho metástasis.
Factores de riesgo
Aunque puede presentarse en cualquier mujer, ciertos factores aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer de ovario:
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Edad superior a 50 años.
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Antecedentes familiares de cáncer de ovario o de mama.
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Mutaciones genéticas (BRCA1 y BRCA2).
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Menopausia tardía o no haber tenido embarazos.
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Terapia hormonal prolongada.
La importancia de la vigilancia y la prevención
Si bien no hay un método único de detección temprana, los especialistas recomiendan:
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Acudir a revisiones ginecológicas periódicas.
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Informar al médico sobre antecedentes familiares de cáncer.
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Consultar de inmediato ante síntomas abdominales persistentes.
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Considerar pruebas genéticas en mujeres con riesgo elevado.
El cáncer de ovario suele detectarse en etapas avanzadas porque sus síntomas son inespecíficos y no existe un programa de tamizaje efectivo. La concientización, el seguimiento médico y la identificación de mujeres con alto riesgo genético son claves para mejorar el pronóstico y aumentar las posibilidades de detección temprana.



