Colitis nerviosa: cómo identificarla y qué factores la desencadenan

🤯🩺 Colitis nerviosa: cómo identificarla y qué factores la desencadenan

Foto: Freepik

La colitis nerviosa, también conocida como síndrome de intestino irritable (SII) con predominio de síntomas relacionados con el estrés, es un trastorno gastrointestinal frecuente que afecta a millones de personas en el mundo. Aunque no representa un riesgo vital, puede alterar de manera significativa la calidad de vida. Su origen está estrechamente ligado a factores emocionales y al funcionamiento del sistema digestivo.

Según la Organización Mundial de Gastroenterología, este trastorno es más común en adultos jóvenes, especialmente en personas expuestas a altos niveles de estrés o ansiedad.

¿Qué es la colitis nerviosa?

La colitis nerviosa no es una inflamación del colon en el sentido clásico, sino una alteración en la manera en que el intestino funciona y responde frente a estímulos internos y externos. En este trastorno, el sistema digestivo se vuelve más sensible, generando síntomas intensos incluso ante situaciones menores.

Los especialistas señalan que existe una fuerte conexión entre el sistema nervioso central y el sistema digestivo, conocida como eje intestino-cerebro. Cuando el estrés o la ansiedad aumentan, este eje se altera, desencadenando malestares gastrointestinales.

Síntomas más frecuentes

La colitis nerviosa puede manifestarse de diversas maneras. Los síntomas suelen presentarse en episodios y variar en intensidad:

  • Dolor o malestar abdominal.

  • Inflamación o sensación de distensión.

  • Cambios en el tránsito intestinal (diarrea, estreñimiento o ambos).

  • Gases excesivos.

  • Urgencia para evacuar.

  • Sensación de vaciamiento incompleto.

  • Náuseas ocasionales.

Aunque estos síntomas son característicos del SII, es importante acudir al médico para descartar otras condiciones gastrointestinales.

Factores que pueden desencadenarla

El origen exacto de la colitis nerviosa no está completamente definido, pero diversos factores han demostrado influir en su aparición o intensificación:

Estrés emocional

Es uno de los desencadenantes principales. Situaciones como presión laboral, problemas personales o eventos traumáticos pueden agravar los síntomas.

Ansiedad o depresión

Trastornos emocionales aumentan la sensibilidad del intestino y alteran su movilidad.

Alimentación

Comidas ricas en grasas, irritantes, consumo excesivo de café o alcohol, así como alimentos fermentables, pueden ocasionar brotes.

Cambios hormonales

Algunas mujeres experimentan un aumento de síntomas durante el ciclo menstrual.

Sensibilidad intestinal

Personas con un intestino más reactivo pueden presentar síntomas con mayor facilidad.

¿Cómo se diagnostica?

No existe una prueba única para detectar la colitis nerviosa. El diagnóstico se basa en:

  • Historia clínica detallada.

  • Evaluación de síntomas según los criterios de Roma IV.

  • Pruebas para descartar infecciones, intolerancias alimentarias o enfermedades inflamatorias.

Los especialistas insisten en que un diagnóstico adecuado evita tratamientos innecesarios y ayuda a manejar mejor el trastorno.

Recomendaciones para reducir los síntomas

Aunque no existe una cura definitiva, diversos hábitos ayudan a controlar los episodios:

  • Mantener una alimentación equilibrada y baja en irritantes.

  • Reducir el estrés mediante técnicas de relajación, actividad física o terapia psicológica.

  • Evitar alimentos disparadores según cada caso individual.

  • Establecer horarios regulares de comida y sueño.

  • Consultar a un gastroenterólogo para un tratamiento personalizado.

La colitis nerviosa es un trastorno cada vez más reconocido por su relación estrecha con el estrés y la salud emocional. Identificar sus síntomas y comprender qué factores la desencadenan permite a los pacientes tomar medidas preventivas y mejorar su calidad de vida. El manejo temprano y el acompañamiento médico son esenciales para evitar episodios severos.

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