Conoce los riesgos de freír con aceite reutilizado
La práctica de reutilizar el aceite de cocina es una costumbre arraigada, valorada tanto por su impacto ambiental positivo como por consideraciones económicas. Aunque reduce el desperdicio y minimiza el impacto ambiental al disminuir la contaminación del agua y los problemas en sistemas de alcantarillado, un estudio reciente de la Universidad de Illinois en Chicago destaca posibles riesgos para la salud asociados con esta práctica.
Según la investigación liderada por la profesora Kathiresan Shanmugam, el consumo de aceites de cocina reutilizados para freír podría aumentar la neurodegeneración en ratas y sus crías. La reutilización elimina antioxidantes naturales y puede introducir componentes nocivos como acrilamida y grasas trans. Un experimento que incluyó el consumo de aceite de sésamo y girasol recalentados reveló mayor estrés oxidativo e inflamación en el hígado, así como daños en el colon y reducción del transporte de ácidos grasos omega-3 al cerebro, lo que resultó en neurodegeneración.
Estos hallazgos plantean preocupaciones sobre las consecuencias a largo plazo para la salud cerebral, incluido un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer o Parkinson. Aunque se necesitan más investigaciones, se sugiere la suplementación con ácidos grasos omega-3 y nutracéuticos para reducir la inflamación y la neurodegeneración.
Es esencial ser consciente de estos riesgos y tomar medidas para reducir el consumo de aceite reutilizado. Se recomienda desechar el aceite después de cada uso y optar por alternativas más saludables al cocinar, como aceites vegetales ricos en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes, como el aceite de oliva o canola.