Controlar la hipertensión puede reducir el riesgo de demencia, revela amplio estudio clínico
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Un ensayo clínico de fase III con cerca de 34 mil participantes mayores de 40 años en zonas rurales de China demostró que controlar la hipertensión arterial disminuye significativamente el riesgo de desarrollar demencia y deterioro cognitivo. Los resultados, publicados en Nature Medicine, refuerzan la importancia de intensificar el control de la presión arterial como estrategia para combatir la creciente incidencia mundial de la demencia.
La investigación reveló que las personas con hipertensión no tratada presentan un 42% más de probabilidad de desarrollar demencia en comparación con individuos sanos. Ante el preocupante pronóstico que estima un incremento de los casos de demencia de 57.4 millones en 2019 a 152.8 millones en 2050, principalmente en países de bajos y medianos ingresos, estas conclusiones cobran especial relevancia.
En el estudio, dirigido por el UT Southwestern Medical Center en Texas, Estados Unidos, participaron 33,995 pacientes con hipertensión no tratada. Los participantes del grupo de intervención, compuesto por 17,407 personas, recibieron tratamiento farmacológico para la presión arterial, educación sobre autocontrol en casa, cambios de estilo de vida como reducción de sodio en la dieta, disminución del consumo de alcohol y control de peso, además de un seguimiento del cumplimiento de la medicación. Por otro lado, el grupo de control solo recibió capacitación general sobre presión arterial y mediciones periódicas en centros de salud.
Durante un seguimiento de 48 meses, los investigadores encontraron que el grupo intervenido alcanzó un mejor control de su presión arterial y logró un mayor porcentaje de personas en niveles óptimos de presión respecto al grupo de control. Además, el riesgo de demencia se redujo en un 15%, mientras que el deterioro cognitivo disminuyó en un 16%.
Estos hallazgos destacan que intervenir de manera intensiva para reducir la hipertensión puede ser una herramienta eficaz para disminuir la incidencia y el impacto global de la demencia. Los investigadores recomiendan que este tipo de intervenciones sean adoptadas y ampliadas para enfrentar el desafío que representa la demencia a nivel mundial.
