Cubrebocas ayudan a detener la propagación del coronavirus pero no son milagrosos
Una máscara respiratoria (que usan comúnmente los trabajadores expuestos al polvo fino) protege al usuario
Estados Unidos.- Las cubiertas para la cara o cubrebocas podrían reducir el riesgo de transmitir la COVID-19, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores evaluaron la efectividad de siete tipos de cubiertas para la cara (entre ellas máscaras (cubrebocas) médicas y hechas en casa) cuando las personas respiraban o tosían mientras estaban de pie o acostadas. También fueron evaluadas con un maniquí vinculado con una máquina que simula la tos.
Todas las cubiertas faciales sin una válvula de salida redujeron la distancia hacia adelante de una exhalación profunda en al menos un 90 por ciento, según el estudio, dirigido por ingenieros de la Universidad de Edimburgo, en Escocia.
Una máscara respiratoria (que usan comúnmente los trabajadores expuestos al polvo fino) protege al usuario. Pero el estudio advirtió que las válvulas para facilitar la respiración podrían permitir que el aire exhalado se propague desde el usuario a unas distancias considerables.
«En general, me impresionó la efectividad de todas las cubiertas para la cara que evaluamos», aseguró el líder del estudio, Ignazio Maria Viola, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad.
«Pero descubrimos que algunas cubiertas para la cara permiten la salida de chorros hacia abajo o hacia atrás de los que las personas no son conscientes, y que podrían ser un peligro importante para quienes las rodean», advirtió en un comunicado de prensa de la universidad.
Como funciona esa protección
Se encontró que las máscaras quirúrgicas y las hechas a mano reducían el flujo hacia adelante de las gotitas de la respiración de las personas. Pero también expulsaban aire hacia los lados, por detrás, por encima y por debajo. La respiración fuerte y la tos, en particular, provocaban unos chorros intensos hacia atrás.
Solo las máscaras que se sellaban firmemente en la cara prevenía el escape de las partículas de fluido que pueden portar virus, según el estudio, que se publicó el 21 de mayo antes de su publicación en una revista.
Los protectores faciales completos, usados sin máscaras, permiten la liberación de un chorro potente hacia abajo, encontraron los investigadores.
«Fue alentador observar que la máscara hecha a mano funcionaba igual de bien que la máscara quirúrgica para evitar que el aliento del usuario saliera directamente hacia delante. Esto sugiere que algunas máscaras hechas a mano pueden ayudar a evitar que el usuario infecte al público», señaló la Dra. Felicity Mehendale, cirujana del Centro de Salud Global de la universidad.
«Pero el potente chorro hacia atrás significa que hay que pensárselo dos veces antes de girar la cabeza si tose mientras usa una máscara; y tenga cuidado si está parado detrás o al lado de alguien que usa una máscara», añadió.
Fuente: El Debate