Desconfianza y desinformación frenan la vacunación global, alerta la OMS

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la desconfianza en las vacunas y la propagación de información falsa se han convertido en amenazas crecientes para los programas de inmunización en todo el mundo. De acuerdo con la Dra. Kate O’Brien, directora del Departamento de Inmunización, Vacunas y Biológicos del organismo, la pérdida de confianza ha contribuido a recientes brotes de enfermedades como la difteria y podría estar vinculada al avance de casos de neumonía y meningitis en distintas regiones.
O’Brien señaló que, aunque la desinformación desempeña un papel importante, el principal obstáculo sigue siendo el acceso limitado a los servicios de salud, especialmente en países con sistemas debilitados. “Las afirmaciones falsas socavan la confianza”, afirmó, al pedir a líderes políticos, comunitarios y creadores de contenido que difundan información verificada y eviten politizar la vacunación.
La OMS insiste en un principio básico: sin confianza, la inmunización global no puede sostenerse.
Brotes de sarampión se aceleran en el mundo
El avance de la desconfianza coincide con un incremento acelerado de los brotes de sarampión, una de las enfermedades respiratorias más contagiosas. Una persona infectada puede transmitir el virus a entre 12 y 18 personas, lo que facilita su propagación en comunidades con baja cobertura de vacunación.
En 2024, se estima que 11 millones de personas contrajeron sarampión, lo que representa casi 800 mil casos más que los registrados antes de la pandemia. La mayoría de las muertes se concentró en menores de cinco años, especialmente en África y la región del Mediterráneo Oriental.
O’Brien recordó que uno de cada cinco niños infectados requiere hospitalización, lo que representa una presión adicional para sistemas de salud ya fragilizados.
Vacunación insuficiente deja a 30 millones de niños sin protección
Los brotes de sarampión se triplicaron desde 2021, año en el que 59 países reportaron eventos disruptivos, incluso algunos que ya habían logrado eliminar la enfermedad. La cobertura global continúa por debajo de los niveles necesarios para frenar la transmisión:
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84% de los niños recibió la primera dosis.
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76% obtuvo la segunda dosis.
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30 millones permanecen sin protección; la mayoría vive en regiones afectadas por conflictos, desplazamientos o inseguridad.
Diana Chang-Blanc, jefa del Programa Esencial de Inmunización de la OMS, subrayó: “El sarampión no conoce fronteras; un país solo está protegido cuando todos los niños están inmunizados”.
Pandemia, fragilidad y desinformación impulsan el retroceso
Según la OMS, el aumento de casos se explica por una combinación de factores:
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Retrocesos en los sistemas de salud tras la pandemia de COVID-19.
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Elevado número de niños con cero dosis, concentrados en zonas vulnerables.
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Infraestructura sanitaria insuficiente.
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Persistencia de campañas de desinformación.
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Dificultad para acceder a servicios de vacunación, considerada la barrera más determinante.
O’Brien puntualizó que la falta de acceso, más que la indecisión, se mantiene como el principal desafío para la inmunización global. La mitad de los niños sin la primera dosis contra la difteria, tétanos y tos ferina vive en países en conflicto, donde las brigadas médicas enfrentan obstáculos logísticos y de seguridad.
Campañas globales buscan recuperar la cobertura
Ante este panorama, la campaña internacional “Big Catch-Up” ha logrado que más de 11 millones de niños reciban vacunas esenciales. Sin embargo, la OMS pidió a los gobiernos redoblar esfuerzos para reforzar la vigilancia epidemiológica, mejorar la respuesta a brotes y renovar los compromisos políticos de la Agenda de Inmunización 2030.
El mensaje del organismo es contundente: sin una acción coordinada, el mundo podría enfrentar el resurgimiento de enfermedades que se consideraban controladas o erradicadas, con consecuencias sanitarias y económicas de gran alcance.



