Descubren cómo el sueño profundo «reinicia» el cerebro para seguir aprendiendo sin agotarse
Un nuevo estudio de la Universidad de Cornell ha revelado una función crucial del sueño que va más allá de la simple restauración de energía: es esencial para restablecer la memoria. Este descubrimiento arroja luz sobre cómo el cerebro puede seguir aprendiendo sin agotarse a lo largo de la vida.
La investigación, publicada en la revista Science, muestra que durante el sueño profundo, ciertas partes del hipocampo, la región del cerebro involucrada en la memoria, se «reinician», permitiendo que las neuronas sean reutilizadas para nuevos aprendizajes.
Cuando una persona aprende algo nuevo o experimenta algo por primera vez, las neuronas en el hipocampo se activan. Estas neuronas luego repiten patrones de actividad durante el sueño, consolidando los recuerdos antes de ser almacenados en la corteza cerebral.
El estudio, titulado «Un mecanismo de circuito hipocampal para equilibrar la reactivación de la memoria durante el sueño», revela que durante el sueño profundo, ciertas áreas del hipocampo se «silencian», permitiendo que las neuronas se reinicien y estén listas para un nuevo aprendizaje al día siguiente.
Este mecanismo fue identificado en la región CA2 del hipocampo, que hasta ahora había sido menos estudiada en comparación con las regiones CA1 y CA3, implicadas en la codificación de recuerdos temporales y espaciales.
Azahara Oliva, profesora adjunta de neurobiología y comportamiento en Cornell y autora principal del estudio, explica que este proceso permite que el cerebro reutilice los mismos recursos neuronales diariamente.
El equipo de investigación implantó electrodos en el hipocampo de ratones para monitorear la actividad neuronal durante el aprendizaje y el sueño. Observaron que las neuronas de las áreas CA1 y CA3 reproducen patrones neuronales generados durante el día. Sin embargo, descubrieron que en ciertos momentos del sueño profundo, estas regiones quedan en completo silencio, sugiriendo un proceso de reinicio.
Oliva destaca que este estado de silenciamiento, generado por la región CA2 del hipocampo, podría ser crucial para evitar que el cerebro se sobrecargue. El estudio también identificó dos tipos de células involucradas en este proceso: las neuronas piramidales, activas durante el aprendizaje, y las interneuronas, que regulan la memoria y permiten el reinicio de los recuerdos.
Estas interneuronas funcionan en circuitos paralelos: uno dedicado a la consolidación de la memoria y otro encargado del restablecimiento durante el sueño.
Este descubrimiento tiene implicaciones significativas para la neurociencia, ya que podría abrir nuevas vías para mejorar la memoria, especialmente en personas que sufren trastornos relacionados con la memoria, como el Alzheimer.
Además, plantea la posibilidad de eliminar recuerdos traumáticos, lo que podría tener aplicaciones terapéuticas para personas con trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Este avance nos ayuda a entender por qué el sueño es una necesidad universal para todos los animales y seres humanos. No solo permite fijar recuerdos, sino que también restablece el cerebro para que pueda seguir funcionando de manera óptima durante las horas de vigilia.