Esofagitis: el daño silencioso causado por el reflujo no tratado

Esofagitis: el daño silencioso causado por el reflujo no tratado

La esofagitis, una inflamación del revestimiento del esófago, está aumentando en frecuencia debido al incremento sostenido del reflujo gastroesofágico en la población. Aunque muchas personas experimentan acidez de manera ocasional, especialistas advierten que cuando el reflujo se vuelve persistente y no recibe tratamiento adecuado, puede generar lesiones progresivas que comprometen la salud del esófago.

El vínculo con el reflujo crónico

La mayoría de los casos de esofagitis se originan por la exposición continua del esófago al ácido del estómago. Organismos como la Organización Mundial de Gastroenterología estiman que entre 10% y 20% de los adultos presentan síntomas de reflujo al menos una vez por semana, una cifra que ha ido en aumento en las últimas dos décadas.

Cuando esta exposición se vuelve constante, el revestimiento esofágico comienza a irritarse e inflamarse. En fases avanzadas pueden aparecer:

  • Úlceras

  • Irritación severa del tejido

  • Estrechamientos esofágicos que dificultan el paso de alimentos

Muchos pacientes recurren a antiácidos de venta libre para aliviar la acidez, lo que retrasa el diagnóstico y permite que el daño progrese sin ser identificado.

Síntomas que suelen minimizase

Aunque la acidez es el signo más conocido, la esofagitis puede manifestarse de otras formas que suelen confundirse con problemas leves o pasajeros. Entre los síntomas que especialistas recomiendan no ignorar se encuentran:

  • Dolor o dificultad al tragar

  • Sensación de que la comida se queda atorada

  • Tos crónica sin causa respiratoria

  • Voz ronca

  • Dolor en el pecho no relacionado con el corazón

De acuerdo con el American College of Gastroenterology, la esofagitis es una causa frecuente de dolor torácico no cardíaco, lo que genera confusiones diagnósticas.

Complicaciones del reflujo no tratado

El avance de la inflamación puede conducir a consecuencias más graves. Las principales complicaciones asociadas al reflujo crónico sin tratamiento incluyen:

  • Esófago de Barrett, una condición premaligna relacionada con mayor riesgo de cáncer de esófago.

  • Estenosis esofágica, que provoca dificultad progresiva para tragar.

  • Úlceras sangrantes, que requieren intervención endoscópica.

Estas complicaciones suelen aparecer después de meses o años de inflamación continua.

Diagnóstico y abordaje recomendado

Los especialistas en gastroenterología recomiendan acudir a consulta cuando los síntomas:

  • Duran más de dos semanas

  • Aumentan en frecuencia

  • Interfieren con el sueño o la alimentación

El tratamiento más utilizado incluye inhibidores de la bomba de protones, acompañados de cambios en el estilo de vida como:

  • Reducir el consumo de comidas abundantes y grasas

  • Evitar acostarse inmediatamente después de comer

  • Controlar el peso

  • Limitar alcohol, café y tabaco

Una combinación adecuada de terapia médica y ajustes en la alimentación disminuye significativamente el riesgo de progresión a etapas más severas.

Conclusión

La esofagitis es una consecuencia frecuente del reflujo gastroesofágico no tratado y puede avanzar de forma silenciosa hasta ocasionar complicaciones serias. Identificar los síntomas, evitar la automedicación prolongada y buscar atención especializada permite un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado para proteger la salud esofágica.

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