Estados Unidos refuerza su lucha contra los cárteles con una estrategia de eliminación total
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La Fiscalía General de Estados Unidos ha ordenado reforzar las acciones contra los cárteles del narcotráfico con una estrategia más agresiva enfocada en su eliminación total. La medida, impulsada por la fiscal Pam Bondi a través de un memorando dirigido al Departamento de Justicia, tiene como objetivo desmantelar organizaciones como el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Tren de Aragua.
Un giro en la estrategia contra el crimen organizado
Siguiendo la postura del expresidente Donald Trump de calificar a estos grupos como organizaciones terroristas, el Departamento de Justicia ha decidido intensificar sus esfuerzos no solo para reducir su operación, sino para erradicarlos por completo.
«No basta con frenar la distribución de sustancias mortales como el fentanilo. Es imperativo usar todos los recursos del Departamento de Justicia para eliminar estas amenazas a la seguridad de Estados Unidos», enfatiza el documento oficial.
Coordinación interinstitucional y sanciones severas
La Fiscalía General ha instruido a los procuradores federales y agencias de seguridad a colaborar estrechamente para desmantelar estos grupos criminales. La estrategia incluye:
- Procesar a los líderes de los cárteles con cargos de terrorismo, extorsión y delitos de empresa criminal continua.
- Acelerar los procesos judiciales para garantizar condenas ejemplares.
- Considerar la pena de muerte en los casos en los que la legislación lo permita.
- Priorizar investigaciones sobre corrupción vinculada con el narcotráfico y redes de lavado de dinero.
Posible declaración de los cárteles como grupos terroristas
El Departamento de Estado se encuentra evaluando la orden ejecutiva de Trump para determinar si estos cárteles pueden ser designados como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés). En los próximos días se espera una resolución formal sobre el tema.
Repercusiones internacionales
La nueva estrategia podría generar tensiones diplomáticas con otros países, en especial con México y Venezuela, donde estos grupos tienen una fuerte presencia. A pesar de ello, la administración de Trump ha dejado claro que no dará marcha atrás en su objetivo de erradicar el crimen organizado transnacional.
Con estas medidas, el gobierno estadounidense busca redefinir el combate contra el narcotráfico y modificar el panorama de la seguridad en la región, lo que podría traer consecuencias tanto en la política interna como en la cooperación internacional.
