Expertos alertan sobre el impacto psicológico de la soledad en la juventud

Expertos alertan sobre el impacto psicológico de la soledad en la juventud

Foto: Pixabay

Marcos, un joven de 16 años, estudia, convive con otros y navega por internet a diario. Pero, a pesar de estar rodeado de gente, se siente solo. Su única conexión emocional parece surgir al jugar en línea. Este escenario, aunque ficticio, representa una realidad común entre los adolescentes y jóvenes adultos actuales: la soledad no deseada.

Este tipo de soledad ocurre cuando una persona no elige estar sola, pero se siente emocionalmente desconectada, incluso dentro de su familia o grupo social. No se trata de aislamiento físico, sino de una ausencia de vínculos significativos y apoyo emocional.

Un problema creciente entre los jóvenes

Los estudios muestran que la soledad no deseada ha aumentado entre adolescentes, en especial entre las mujeres. En España, los jóvenes reportan niveles de soledad 14 puntos por encima del promedio nacional. En el caso de las mujeres de entre 18 y 24 años, una de cada cinco ha presentado problemas psicológicos persistentes, superando ampliamente a sus pares masculinos.

Este sentimiento de desconexión puede generar consecuencias graves: disminución de la autoestima, mayor vulnerabilidad emocional, depresión, ansiedad e incluso pensamientos suicidas.

¿Por qué se sienten tan solos los más jóvenes?

Aunque nunca antes una generación estuvo tan conectada digitalmente, paradójicamente, es también la que más sufre de soledad. Algunas de las causas más comunes son:

  • Relaciones digitales superficiales que no sustituyen el contacto emocional real

  • Fragmentación de las redes familiares y comunitarias que antes ofrecían contención

  • Altos niveles de exigencia social que generan exclusión y presión constante

La adolescencia es una etapa clave en la construcción de la identidad. Cuando no hay contención emocional adecuada, muchos jóvenes se sienten invisibles o fuera de lugar, incluso en espacios que deberían ser seguros.

Soluciones: una tarea urgente y colectiva

Frente a este escenario, especialistas sugieren estrategias concretas para mitigar los efectos de la soledad no deseada entre la juventud:

  • Reforzar los programas de tutoría escolar y abrir espacios de escucha

  • Fomentar actividades presenciales que fortalezcan el sentido de pertenencia

  • Crear políticas públicas y programas de salud mental enfocados en los jóvenes

Más conectados, pero emocionalmente solos

La experiencia de Marcos pone rostro a un fenómeno generacional cada vez más extendido. La soledad no deseada no es un problema individual: es una crisis emocional que requiere atención urgente por parte de escuelas, familias y gobiernos. Reconocerla es el primer paso para construir redes reales de apoyo y bienestar para millones de jóvenes que, aunque parecen estar acompañados, se sienten profundamente desconectados.

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