Insuficiencia cardíaca, primera causa de hospitalización en mayores de 65 años

La insuficiencia cardíaca se ha convertido en una de las principales causas de hospitalización en el mundo, especialmente en adultos mayores. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Europea de Cardiología, esta condición afecta a más de 64 millones de personas a nivel global y representa un importante desafío para los sistemas de salud.
¿Qué es la insuficiencia cardíaca?
Es una condición en la que el corazón no puede bombear la sangre de manera eficiente, lo que provoca que el oxígeno y los nutrientes no lleguen adecuadamente a los tejidos del cuerpo. Puede deberse a un daño previo en el músculo cardíaco (como un infarto) o a enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes.
Principales síntomas
Los pacientes con insuficiencia cardíaca suelen presentar:
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Dificultad para respirar, incluso en reposo.
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Hinchazón en piernas, tobillos o abdomen.
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Cansancio extremo y debilidad.
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Tos persistente o sibilancias.
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Palpitaciones o ritmo cardíaco irregular.
Factores de riesgo
Entre los factores que incrementan la probabilidad de desarrollar insuficiencia cardíaca se encuentran:
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Hipertensión arterial no controlada.
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Enfermedad coronaria e infartos previos.
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Diabetes.
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Obesidad y sedentarismo.
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Consumo excesivo de alcohol o tabaco.
Una de las principales causas de hospitalización
La insuficiencia cardíaca es la primera causa de hospitalización en mayores de 65 años en muchos países, según datos de la American Heart Association (AHA). Además, tiene una alta tasa de reingreso: hasta un 25 % de los pacientes son readmitidos en menos de 30 días tras recibir el alta.
Este problema genera no solo un fuerte impacto en la calidad de vida de los pacientes, sino también un alto costo económico para los sistemas de salud.
Prevención y tratamiento
Aunque no siempre puede prevenirse, sí es posible reducir el riesgo mediante:
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Control adecuado de la presión arterial y la glucosa.
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Alimentación baja en sal y grasas saturadas.
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Ejercicio físico regular.
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Abandono del tabaco y reducción del alcohol.
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Detección temprana y seguimiento médico de enfermedades cardiovasculares.
El tratamiento suele incluir medicamentos para reducir la carga del corazón, control de líquidos, dispositivos médicos en algunos casos, e incluso trasplante cardíaco en etapas avanzadas.
La insuficiencia cardíaca es una condición crónica, progresiva y silenciosa en sus primeras etapas, pero que representa una de las principales causas de hospitalización en el mundo. La prevención, la detección temprana y los hábitos saludables son clave para reducir su impacto en la población.



