La Academia de Hollywood veta durante 10 años a Will Smith su presencia en cualquier evento de la institución, incluidos los Oscar
Will Smith ha sido vetado durante una década en cualquier evento de la Academia del cine de Hollywood. Este viernes, la organización ha comunicado el castigo decidido para el actor por haber golpeado al cómico Chris Rock la noche de los Oscar tras una broma sobre su esposa, Jada Pinkett Smith. “Por un periodo de 10 años, a partir del 8 de abril, el señor Smith no podrá participar en ningún evento o programa, en persona o de forma virtual”, señalan en una carta abierta el presidente de la academia, David Rubin, y la consejera delegada, Dawn Hudson. La institución cierra así sus puertas al último ganador del Oscar al mejor actor.
Will Smith ha asumido el castigo impuesto. “Acepto y respeto la decisión de la Academia”, dijo el actor a través de un portavoz. La sanción adoptada por el grupo de gobernadores de la organización en una reunión de emergencia no le impide ser nominado nuevamente al Oscar durante el tiempo del veto. Smith recibió su primera nominación por Ali en 2001, la segunda en 2006 por En busca de la felicidad. La tercera llegó 15 años después y fue la que le valió la estatuilla.
Smith se adelantó a la decisión de la Academia el viernes pasado, cuando anunció que renunciaba a ser miembro del organismo. “Traicioné la confianza de la academia y privé a los nominados y ganadores de una oportunidad de celebrar y ser celebrados por su extraordinario trabajo”, señaló el actor en un comunicado. El ganador del Oscar aseguraba tener “el corazón roto”, aunque así se libró de sumarse a la deshonrosa lista de cinco nombres, los académicos expulsados tras la irrupción del movimiento Me Too: el productor y distribuidor Harvey Weinstein, el cómico Bill Cosby, el director Roman Polanski y el director de fotografía de Capote y Nunca me abandones, Adam Kimmel, quien ha sido procesado por tener sexo con menores de edad. Previamente, en 2004, la academia expulsó al actor Carmine Caridi, uno de los secundarios de El padrino, por prestarle a un amigo las cintas VHS y los DVD que distribuían las productoras para que los académicos vieran sus películas. Ese amigo resultó ser uno de los más famosos piratas de películas.
En el texto publicado este viernes, Rubin y Hudson se disculpan por no haber manejado la situación “de forma adecuada” la noche de los Oscar, el pasado día 27 en Los Ángeles. “Esta fue una oportunidad para nosotros de mostrar un ejemplo con nuestros invitados y espectadores, y nos quedamos cortos, al no estar preparados para lo inesperado”, señala el comunicado. El mejor parado esa noche, parece ser el consenso generalizado, fue el propio Rock, quien siguió adelante con la entrega del Oscar al mejor largo documental. El presidente del organismo ha agradecido al cómico haber mantenido la “compostura” tras la agresión.
La academia pretende con su decisión poner punto final a casi dos semanas de polémica. Pero siguen sin estar claros los actos y las conversaciones desde el bofetón de Smith a Rock hasta que el primero ganó la estatuilla a mejor actor por El método Williams. Rubin aseguró la semana pasada que la academia pidió a Smith abandonar el lugar después del golpe y este se negó. Esta versión fue posteriormente desmentida a la revista Variety por personas cercanas al actor. Según varias fuentes, el intérprete recibió mensajes contradictorios.
El jueves, Los Angeles Times recreó en un reportaje los tensos minutos que siguieron a la agresión de Smith. El diario, que entrevistó a una docena de personas presentes, aseguró que Rubin y Dawn Hudson, la consejera delegada de la academia, se levantaron de sus asientos y se reunieron 10 minutos después de la bofetada. Preguntaron a Rock qué tal se encontraba y fueron en busca de la publicista de Smith, Meredith O’Sullivan. Un abogado se reunió con ellos en una habitación. Del encuentro salió un mensaje para el actor, la academia lo quería fuera del teatro lo antes posible. O’Sullivan debía pasar el mensaje a su cliente durante una pausa comercial. Cuando lo hizo, no obstante, fue en forma de pregunta. “La academia piensa que debes irte, ¿qué piensas tú?”, formuló la publicista, según el rotativo. Smith dijo que prefería quedarse porque quería arreglar el desastre con su discurso si ganaba el trofeo.
El productor de la ceremonia, Will Packer, se acercó a O’Sullivan y a Smith momentos antes de que se entregara la estatuilla de la categoría a transmitir un último mensaje contradictorio: “Oficialmente, queremos que se quede”. Algunas fuentes creen que Packer, que encabezaba por primera vez la producción para ABC, hizo este comentario por su cuenta y riesgo para reservarle a la noche un último momento televisivo cargado de emoción. Es decir, el discurso, Oscar en mano, de un Smith bañado en lágrimas. Este fue el punto más álgido de la transmisión.
Con información de El País