La deshidratación leve puede afectar tu energía y estado de ánimo más de lo que crees

La deshidratación leve puede afectar tu energía y estado de ánimo más de lo que crees

Foto: Unsplash

Mantener una adecuada hidratación no solo es fundamental para el funcionamiento físico del organismo, sino también para el bienestar mental y emocional. El agua participa en casi todos los procesos fisiológicos del cuerpo, desde la regulación de la temperatura hasta la oxigenación celular, y su déficit puede tener un impacto directo en los niveles de energía y el estado de ánimo.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluso una deshidratación leve —del 1% al 2% del peso corporal— puede generar fatiga, dificultad para concentrarse, somnolencia, irritabilidad y dolor de cabeza. Esto se debe a que la falta de líquidos afecta la circulación sanguínea, el transporte de nutrientes y la eliminación de toxinas, alterando la función cerebral y la respuesta del sistema nervioso.

La conexión entre el agua y la energía

El cerebro está compuesto por aproximadamente un 75% de agua, y su actividad depende del equilibrio hídrico del organismo. Cuando el cuerpo pierde líquidos —ya sea por sudor, respiración o esfuerzo físico—, el flujo sanguíneo disminuye, reduciendo el aporte de oxígeno y glucosa al cerebro. Esto se traduce en una sensación de cansancio y bajo rendimiento cognitivo.

Un estudio publicado en el Journal of Nutrition demostró que personas jóvenes y sanas experimentaron una disminución significativa en su nivel de alerta y capacidad de concentración tras una leve deshidratación. Asimismo, quienes mantuvieron una ingesta adecuada de agua mostraron una mayor sensación de vitalidad y un mejor estado de ánimo.

Hidratación y regulación del estado de ánimo

El agua también influye en la producción de neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, que están directamente relacionados con la sensación de bienestar. Cuando el cuerpo carece de suficiente líquido, aumenta la liberación de cortisol, la hormona del estrés, lo que puede generar irritabilidad, ansiedad o desmotivación.

Según el Instituto Europeo de Hidratación, beber agua a lo largo del día contribuye a mantener un equilibrio emocional estable y mejora la capacidad de respuesta ante el estrés. Este efecto es especialmente importante en personas que realizan trabajo de oficina o estudio prolongado frente a pantallas, donde la deshidratación tiende a pasar inadvertida.

Cuánta agua se debe consumir

La cantidad ideal de agua varía según la edad, el clima y el nivel de actividad física, pero la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda una ingesta diaria aproximada de 2 litros para mujeres y 2.5 litros para hombres. No obstante, alimentos con alto contenido de agua, como frutas y verduras, también contribuyen a mantener una buena hidratación.

Para evaluar el estado de hidratación, una señal sencilla es el color de la orina: un tono claro indica un nivel adecuado, mientras que un color más oscuro puede ser un signo de déficit.

La importancia de la hidratación constante

Esperar a sentir sed no es lo ideal, ya que ese síntoma aparece cuando la deshidratación ya ha comenzado. Mantener una hidratación constante durante el día —en lugar de beber grandes cantidades de agua de una sola vez— favorece un equilibrio más estable y evita la fatiga, el mal humor y la disminución del rendimiento mental.

En definitiva, el agua no solo es esencial para la vida, sino también para mantener la mente clara y el ánimo equilibrado. Un hábito tan simple como beber suficiente agua puede marcar la diferencia en la energía y el bienestar diario.

También te puede interesar

Comments are closed.