La nueva CURP biométrica divide opiniones entre modernización y riesgo a la privacidad

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El gobierno federal inició la recopilación masiva de datos biométricos para implementar la nueva Clave Única de Registro de Población (CURP biométrica), un proyecto que busca integrar toda la información personal en la Plataforma Única de Identidad. Sin embargo, el proceso ha despertado una creciente desconfianza entre ciudadanos y organizaciones defensoras de la privacidad.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Población (Conapo), la CURP biométrica incluirá huellas dactilares, escaneo de iris, fotografía digital y firma electrónica. Su objetivo es facilitar la identificación en trámites públicos y privados. No obstante, especialistas advierten que el riesgo de filtración o mal uso de estos datos es alto, considerando los antecedentes de vulneraciones en instituciones mexicanas.
México se mantiene como el país más atacado por ciberataques en América Latina, con más de 324 mil millones de intentos detectados en 2024, lo que incrementa las preocupaciones sobre la seguridad del nuevo sistema.
Casos recientes, como las filtraciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), han evidenciado la fragilidad de las bases de datos públicas.
Preocupaciones por vigilancia masiva
Según José Flores, director interino de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), la CURP biométrica permitiría interconectar registros entre dependencias y entidades privadas, incluyendo bancos, registros vehiculares y bases inmobiliarias.
“Esto podría derivar en una vigilancia masiva, donde cada movimiento del ciudadano quede registrado: desde compras hasta transacciones financieras o solicitudes de servicios”, explicó.
Por su parte, Leopoldo Maldonado, de Artículo 19, advirtió que la interoperabilidad entre bases de datos públicas y privadas incrementa los riesgos de abusos y violaciones al derecho a la privacidad.
La excomisionada presidenta del INAI, Norma Julieta del Río, señaló que los datos biométricos —como el iris— representan información irremplazable:
“Con el iris pueden abrir todos los secretos que tú tengas. Se rompe la privacidad de los seres humanos en este país.”
El documento será indispensable para trámites
Aunque la Ley General de Población establece que la CURP biométrica será el “documento nacional de identificación obligatorio”, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó en agosto de 2025 que su uso sería opcional:
“No está obligatoria, es opcional. La gente decide si da sus datos personales o no.”
Sin embargo, el Artículo 91 Sexies de la misma ley dispone que todas las instituciones públicas y privadas deberán solicitar la CURP biométrica para realizar trámites o prestar servicios, lo que en la práctica la volvería indispensable.
El primer módulo de registro opera en Calle Londres 102, colonia Juárez, Ciudad de México, y el gobierno prevé iniciar el registro infantil el 13 de noviembre.
Recomendaciones legales y antecedentes judiciales
Organizaciones civiles recomiendan a los ciudadanos que deseen proteger su información interponer un amparo o recurso legal. Existen precedentes tanto de la Suprema Corte de Justicia de la Nación como de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que respaldan la defensa de los datos personales frente a medidas de recopilación masiva.
Los expertos coinciden en que, si bien la digitalización de la identidad puede modernizar los procesos administrativos, la ausencia de garantías claras y mecanismos de protección robustos podría convertir la CURP biométrica en una amenaza para la privacidad.



