Mujeres posmenopáusicas con más cortisol, en mayor riesgo de Alzheimer

Mujeres posmenopáusicas con más cortisol, en mayor riesgo de Alzheimer

Foto: Pexels/Anna Shvets

Una reciente investigación encabezada por el University of Texas Health Science Center at San Antonio (UT Health San Antonio) ha detectado una conexión significativa entre niveles altos de cortisol —la hormona del estrés— durante la mediana edad y una mayor presencia de proteína amiloide en el cerebro, uno de los indicadores más tempranos del Alzheimer. El hallazgo fue particularmente relevante en mujeres que ya habían pasado por la menopausia.

El estrés prolongado y su impacto en el cerebro

El cortisol, aunque esencial para funciones clave como el sueño, la presión arterial y el metabolismo, puede resultar perjudicial si se mantiene elevado por mucho tiempo. En este estudio, los científicos observaron que este exceso de cortisol podría tener efectos neurológicos a largo plazo, especialmente en mujeres, y años antes de que aparezcan los síntomas del Alzheimer.

Qué reveló el estudio

Los datos provienen del Framingham Heart Study, un estudio comunitario iniciado en 1948. Se analizaron a 305 personas cognitivamente sanas, con un promedio de edad de 39.6 años, de las cuales el 49% eran mujeres.

A lo largo del tiempo, se midieron los niveles de cortisol en la mediana edad y, 15 años después, se realizaron estudios PET para evaluar la acumulación de amiloide y tau en el cerebro.

Los resultados fueron claros: solo las mujeres que habían pasado la menopausia y tenían niveles elevados de cortisol presentaron más acumulación de proteína amiloide. En los hombres no se encontró ninguna asociación similar, ni tampoco en relación con la proteína tau.

¿Qué es la proteína amiloide?

Las placas de proteína amiloide mal plegadas se acumulan en el cerebro y están fuertemente asociadas con la pérdida de memoria y otras funciones cognitivas en el Alzheimer. Estos cambios pueden iniciar décadas antes de que los síntomas sean visibles, lo que vuelve crucial la identificación temprana de factores de riesgo.

¿Por qué afecta solo a mujeres posmenopáusicas?

El estudio sugiere que los cambios hormonales después de la menopausia podrían amplificar el impacto del cortisol en el cerebro. Durante la etapa fértil, el estrógeno tiene un efecto protector sobre el sistema nervioso, pero tras la menopausia, esa protección disminuye, dejando al cerebro más vulnerable.

“La investigación demuestra que es fundamental considerar el sexo y el estado hormonal para entender cómo se desarrolla el Alzheimer”, afirmó la doctora Sudha Seshadri, directora fundadora del Instituto Biggs y autora principal del estudio.

¿Qué significa esto para la prevención?

Aunque aún no existe una cura para el Alzheimer, estos hallazgos abren la puerta a estrategias de prevención más personalizadas. Para mujeres con riesgo elevado, controlar el estrés crónico y explorar posibles terapias hormonales podrían ser medidas preventivas valiosas.

El doctor Arash Salardini, coautor del estudio, señaló la importancia de identificar biomarcadores cuando la función cognitiva aún es normal, lo que podría permitir intervenciones más tempranas y efectivas.

¿Cuál es el siguiente paso?

Los investigadores planean seguir monitoreando a los participantes para saber si la acumulación de amiloide derivará en deterioro cognitivo clínico. También esperan impulsar estudios más profundos sobre la interacción entre estrés, hormonas y salud cerebral, especialmente en mujeres.

Este trabajo refuerza la idea de que mantener bajos niveles de estrés durante la mediana edad —especialmente en mujeres que ya han atravesado la menopausia— podría ser crucial para la salud del cerebro a largo plazo.

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