¿Por qué las siestas cortas mejoran tu memoria?

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Dormir no solo es necesario durante la noche: las siestas cortas también tienen un impacto positivo en la salud cerebral y en la memoria. Estudios recientes han demostrado que dedicar unos minutos a descansar puede mejorar la concentración, consolidar recuerdos y potenciar el aprendizaje.
Cómo funcionan las siestas en el cerebro
Cuando dormimos, el cerebro procesa la información adquirida durante el día, fortaleciendo las conexiones neuronales. Las siestas cortas de 10 a 30 minutos permiten entrar en etapas ligeras del sueño sin llegar a la fase profunda, evitando la sensación de aturdimiento al despertar y beneficiando la memoria a corto y mediano plazo.
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Consolidación de la memoria: durante las siestas, el cerebro refuerza recuerdos recientes, facilitando su almacenamiento en la memoria a largo plazo.
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Reducción de la fatiga mental: un breve descanso ayuda a mantener la atención y la capacidad de resolver problemas.
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Mejora del aprendizaje: después de una siesta corta, se incrementa la capacidad de procesar nueva información y retenerla.
Evidencia científica
Investigadores de la Universidad de California en Berkeley demostraron que las personas que tomaban siestas cortas después de aprender una tarea memorizaban mejor la información que quienes permanecían despiertos. Además, estudios en Nature Neuroscience sugieren que estas pausas activan procesos de reorganización sináptica, fundamentales para consolidar lo aprendido.
Consejos para sacar el máximo beneficio a la siesta
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Duración: entre 10 y 30 minutos. Más tiempo puede provocar sueño profundo y sensación de confusión al despertar.
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Hora adecuada: idealmente entre la 1 p.m. y las 3 p.m., cuando el cuerpo naturalmente experimenta un descenso de alerta.
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Ambiente: lugar tranquilo, oscuro y con temperatura agradable.
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Regularidad: incorporar siestas cortas en la rutina diaria potencia sus efectos sobre la memoria y la atención.
Las siestas cortas no son un lujo, sino una herramienta cerebral para mejorar la memoria y el rendimiento cognitivo. Un descanso estratégico durante el día ayuda a consolidar recuerdos, reducir la fatiga mental y mantener la mente alerta, lo que resulta especialmente útil para estudiantes, profesionales y personas mayores.



