¿Qué es la hipermetropía y por qué afecta más a los adultos mayores?

¿Qué es la hipermetropía y por qué afecta más a los adultos mayores?

Foto: Unsplash/Danie Franco

La hipermetropía es un problema de visión que se ha vuelto cada vez más común, afectando a millones de personas en todo el mundo. Según la Academia Estadounidense de Oftalmología, este defecto visual afecta a un 50% de los adultos mayores de 65 años. Pero, ¿en qué consiste realmente la hipermetropía y por qué es más frecuente en las personas mayores? Aquí te lo explicamos.

¿Qué es la hipermetropía?

La hipermetropía es un tipo de error refractivo ocular que se produce cuando la luz que ingresa al ojo se enfoca detrás de la retina, en lugar de directamente sobre ella. Esto sucede porque el ojo es demasiado corto o el cristalino es más plano de lo normal, lo que provoca que los rayos de luz no se enfoquen correctamente en la retina.

Las personas con hipermetropía pueden ver con claridad los objetos que están a distancia, pero experimentan dificultades para ver objetos cercanos, que se ven borrosos o desenfocados.

¿Cuáles son los síntomas de la hipermetropía?

Los principales síntomas de la hipermetropía incluyen:

  • Visión borrosa para objetos cercanos
  • Fatiga ocular
  • Dolores de cabeza
  • Dificultad para leer o realizar tareas que requieren visión cercana

Es importante realizarse exámenes oculares regularmente si presentas alguno de estos síntomas, sin importar tu edad, para detectar a tiempo cualquier problema visual.

¿Por qué la hipermetropía es más común en adultos mayores?

Aunque la hipermetropía puede aparecer a cualquier edad, es más prevalente en las personas mayores. Esto se debe a que, con el envejecimiento, el cristalino del ojo pierde flexibilidad y su capacidad para enfocar la luz de manera adecuada disminuye. Además, los cambios naturales que ocurren en el ojo con la edad aumentan la probabilidad de desarrollar hipermetropía.

¿Cómo se puede tratar la hipermetropía?

Existen varias opciones para corregir la hipermetropía, entre ellas:

  • Gafas o lentes de contacto con lentes convexos
  • Cirugía refractiva, como LASIK
  • Terapias con láser para modificar la forma del ojo

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