¿Qué le pasa a tu cuerpo si comes alimentos caducados?
Los alimentos empaquetados son una solución práctica para aquellos que enfrentan limitaciones de tiempo debido a sus compromisos laborales o académicos y no pueden preparar comida al momento. Sin embargo, es crucial prestar atención a la fecha de caducidad para evitar riesgos para la salud.
Revisar las etiquetas de los alimentos no solo proporciona información sobre su valor nutricional, sino que también indica cuándo es óptimo consumir los productos.
Las etiquetas de fecha de caducidad señalan que una vez superada esta fecha, el producto podría ser perjudicial para la salud, mientras que la fecha de consumo preferente indica que el producto puede haber perdido parte de su calidad. Esto implica que sus características organolépticas, como olor y sabor, pueden haberse visto afectadas.
Por lo tanto, es fundamental revisar meticulosamente las etiquetas de caducidad, ya que la vida útil de los alimentos varía y algunos pueden representar mayores riesgos que otros si se consumen vencidos.
Según el manual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre las cinco claves para la inocuidad de los alimentos, el consumo de alimentos caducados puede ocasionar «enfermedades de transmisión alimentaria» provocadas por microorganismos peligrosos y sustancias químicas tóxicas.
Estos microorganismos, que pueden ser buenos, malos o peligrosos, se potencian cuando los alimentos caducan, según la OMS. Los microorganismos peligrosos, como bacterias, parásitos y virus, pueden causar enfermedades graves e incluso ser mortales.
La carne y el pescado son los alimentos más riesgosos si se consumen después de la fecha de caducidad, advierte la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU), pudiendo causar desde enfermedades leves como vómitos y diarrea hasta complicaciones graves.
A pesar de esto, la OCU proporciona una lista de 10 alimentos que pueden consumirse algunos días después de la fecha de caducidad, siempre y cuando no presenten signos de deterioro. Entre estos alimentos se incluyen yogures, pan de caja, frutos secos, galletas, refrescos, alcohol, pastas y arroz, mermeladas, salsas de sobre y purés de tomate.
Es importante tener en cuenta que si un alimento tiene moho, es necesario desechar las zonas afectadas y es posible que aún así pueda causar malestar estomacal.
Por último, hay alimentos que no caducan, como la miel, el vinagre blanco, el arroz, la sal, la azúcar, la harina de maíz, el café instantáneo y el alcohol, que pueden conservarse durante períodos prolongados sin riesgo para la salud.