Sedentarismo: el hábito que acorta la esperanza de vida y amenaza la salud global

Sedentarismo: el hábito que acorta la esperanza de vida y amenaza la salud global

Foto: Freepik

En la actualidad, millones de personas pasan la mayor parte del día frente a una computadora, viendo televisión o usando dispositivos móviles. Esta falta de movimiento, conocida como sedentarismo, se ha convertido en uno de los principales riesgos para la salud pública a nivel mundial.

El “nuevo tabaquismo”

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la inactividad física está vinculada a más de 5 millones de muertes al año, un impacto comparable al del consumo de tabaco. Permanecer demasiado tiempo sentado incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes tipo 2 e incluso ciertos tipos de cáncer.

Cómo reduce la esperanza de vida

Diversos estudios muestran que la inactividad puede restar años de vida.

  • Una investigación publicada en el British Journal of Sports Medicine encontró que pasar más de 8 horas diarias sentado puede reducir la esperanza de vida hasta en dos años.

  • La Mayo Clinic advierte que incluso quienes practican ejercicio con regularidad pueden perder parte de sus beneficios si permanecen largos periodos sin moverse.

Mecanismos del daño

El impacto del sedentarismo en el organismo ocurre a través de diferentes procesos:

  • Metabolismo lento: disminuye la quema de calorías y la metabolización de grasas.

  • Resistencia a la insulina: favorece la acumulación de glucosa en la sangre.

  • Problemas circulatorios: incrementa el riesgo de trombosis y enfermedades cardíacas.

  • Atrofia muscular: acelera la pérdida de fuerza y movilidad.

Cómo contrarrestarlo

La OMS recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, pero insiste en que no basta con hacer ejercicio: es necesario romper los largos periodos de inactividad. Algunas estrategias simples son:

  • Levantarse y caminar cada 30 a 60 minutos.

  • Usar escaleras en lugar de elevadores.

  • Realizar pausas activas en el trabajo.

  • Practicar actividades recreativas como bailar, caminar o andar en bicicleta.

El sedentarismo es un enemigo silencioso que no solo reduce la esperanza de vida, sino también su calidad. Adoptar un estilo de vida activo contribuye a prevenir enfermedades graves y a mejorar el bienestar físico y mental a largo plazo.

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