Si notas estos síntomas, tu cuerpo te está pidiendo agua
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Foto: Unsplash/engin akyurt
La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, afectando su correcto funcionamiento. Es una condición que puede presentarse en cualquier momento y afectar a personas de todas las edades, especialmente en climas calurosos o durante la práctica de actividad física intensa.
Síntomas de la deshidratación
Reconocer las señales de alerta es clave para prevenir complicaciones. Algunos de los principales síntomas incluyen:
- Sed excesiva: Es la primera señal que el cuerpo envía cuando necesita más líquidos.
- Orina oscura y escasa: Un color amarillo oscuro o ámbar puede indicar falta de hidratación.
- Sequedad en la boca y piel: La falta de agua puede hacer que la piel luzca apagada y sin elasticidad.
- Mareos y fatiga: La deshidratación afecta la circulación sanguínea, reduciendo el oxígeno disponible en el cuerpo.
- Dolor de cabeza: Un bajo nivel de hidratación puede afectar la función cerebral y provocar cefaleas.
- Latidos rápidos o irregulares: La pérdida de electrolitos puede alterar el ritmo cardíaco.
Factores de riesgo
Algunas situaciones pueden aumentar la probabilidad de deshidratarse, como:
- Altas temperaturas y exposición prolongada al sol.
- Ejercicio intenso sin reposición de líquidos.
- Consumo excesivo de alcohol o cafeína.
- Enfermedades que causan fiebre, vómitos o diarrea.
- Edad avanzada o infancia, ya que los mecanismos de regulación de agua son más frágiles.
¿Cómo prevenir la deshidratación?
Para evitar sus efectos negativos, sigue estas recomendaciones:
- Bebe suficiente agua a lo largo del día, incluso si no sientes sed.
- Incrementa la ingesta de frutas y verduras, ya que contienen un alto porcentaje de agua.
- Evita la exposición prolongada al calor y busca lugares frescos o con sombra.
- Hidrátate antes, durante y después del ejercicio para reponer los líquidos perdidos.
- Reduce el consumo de bebidas azucaradas o alcohólicas, ya que pueden favorecer la pérdida de agua.
La deshidratación puede afectar tu salud de manera considerable si no se trata a tiempo. Estar atento a los síntomas y tomar medidas preventivas puede ayudarte a mantener un adecuado equilibrio hídrico. Si presentas signos graves como confusión, pérdida de conciencia o incapacidad para retener líquidos, busca atención médica de inmediato.