Síntomas físicos de la depresión: señales silenciosas que no debes ignorar

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Cuando se menciona la depresión, lo más común es pensar en tristeza, llanto o pérdida de interés en las actividades cotidianas. Sin embargo, esta condición va mucho más allá del estado emocional. Muchas veces, se manifiesta a través de síntomas físicos que pueden ser intensos, persistentes y difíciles de identificar como parte de un trastorno psicológico.

Dolor físico sin causa aparente

Uno de los síntomas más comunes es el dolor crónico sin una explicación médica clara. Personas con depresión pueden presentar molestias musculares, articulares o dolor de espalda que no responden a tratamientos tradicionales. Esto ocurre porque los desequilibrios químicos en el cerebro afectan la forma en que se percibe el dolor.

Cansancio extremo y falta de energía

No es el cansancio habitual tras una jornada intensa. Se trata de una fatiga constante que impide realizar incluso tareas simples como levantarse, ducharse o salir de casa. A pesar de dormir bien, la persona sigue sintiéndose agotada.

Alteraciones del sueño

El insomnio es frecuente, al igual que los despertares nocturnos o el sueño excesivo sin sensación de descanso. Estos trastornos no solo afectan el ánimo, también agravan el malestar físico general.

Cambios en el apetito y peso corporal

La depresión puede causar tanto pérdida como aumento del apetito. Algunas personas apenas comen, mientras que otras buscan consuelo en la comida. Estas variaciones pueden reflejarse en cambios bruscos de peso.

Molestias digestivas persistentes

Náuseas, dolor abdominal, estreñimiento o diarrea también pueden estar ligados a la depresión. El vínculo entre el cerebro y el intestino es estrecho, y una alteración en los neurotransmisores —como la serotonina— puede generar desequilibrios digestivos.

Bajo deseo sexual

La disminución del interés sexual es común en personas con depresión. A esto se suma que algunos medicamentos antidepresivos también pueden reducir la libido, lo cual debe ser atendido por un especialista para evitar que el paciente suspenda el tratamiento por su cuenta.

Reconocer los síntomas es clave para el diagnóstico

Estos síntomas físicos suelen llevar a las personas a consultar con médicos generales, fisioterapeutas o gastroenterólogos, sin identificar que el origen puede estar en la salud mental. Esta desconexión entre cuerpo y mente retrasa el diagnóstico y el tratamiento adecuados.

Detectar la depresión a tiempo puede mejorar no solo el estado emocional, sino también aliviar muchas de sus manifestaciones físicas. Si experimentas varios de estos síntomas de manera persistente, es importante buscar ayuda profesional. La salud mental también se refleja en el cuerpo.

Fuente: informador.mx