¿Tu cuello está rígido? Aprende a identificar la tortícolis y cómo tratarla

¿Tu cuello está rígido? Aprende a identificar la tortícolis y cómo tratarla

Foto: Pexels/Kindel Media

El dolor de cuello es un problema común, y si has notado rigidez o dolor persistente, es posible que estés experimentando tortícolis. Esta condición se caracteriza por la rigidez y el dolor en el cuello, lo que hace que la cabeza se incline o rote hacia un lado, dificultando el movimiento y causando malestar general.

Principales síntomas de la tortícolis

El síntoma más común es la falta de movilidad en el cuello, pero también puedes experimentar:

  • Dolor en la zona afectada
  • Rigidez muscular
  • Calambres o sensación de ardor
  • Dificultad para girar o flexionar el cuello
  • Dolores de cabeza que pueden extenderse hacia el brazo o la espalda

Tipos de tortícolis

Existen varios tipos de tortícolis, y cada uno puede tener diferentes causas:

  1. Común: Provocada por malas posturas o movimientos bruscos del cuello.
  2. Congénita: Desde el nacimiento, por lesiones musculares o falta de riego sanguíneo durante el parto.
  3. Espasmódica psicógena: Relacionada con factores emocionales como el estrés o la fatiga.
  4. Ocular: Causada por trastornos visuales que acortan los músculos del cuello.
  5. Ósea: Ligada a problemas en la columna vertebral, como hernias discales.
  6. Idiopática: Sin una causa clara.

Causas comunes de la tortícolis

Las causas pueden variar, pero las más frecuentes incluyen:

  • Mala postura durante largos periodos.
  • Lesiones musculares como tensión o desgarros.
  • Problemas óseos como hernias discales o espondilosis.
  • Estrés y tensión muscular, tanto emocional como físico.
  • Infecciones o tumores en el cuello o la columna vertebral.
  • Síndrome de dolor miofascial, que provoca rigidez en los músculos.

Tratamientos para la tortícolis

El tratamiento depende de la causa, pero puedes intentar algunas medidas para aliviar el dolor:

  • Aplicar calor en la zona afectada.
  • Evitar corrientes de aire y proteger el cuello con una bufanda.
  • Masajear suavemente para aliviar la rigidez.
  • Tomar analgésicos o relajantes musculares.
  • Realizar ejercicios de estiramiento.

Por lo general, la tortícolis mejora en 2 o 3 días, pero si el dolor persiste por más de una semana, es importante consultar a un médico para un tratamiento adecuado.

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